"La tierra es de quien la trabaja" Emiliano Zapata.

"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán" A.C Sandino.

martes, 21 de diciembre de 2010

El microbús nuestro de cada día...

Cuando no se tiene auto y hay que levantarte temprano para poder agarrar un microbús que te lleve o te deje cerca de la zona de donde trabajas o estudias, todo esto se vuelve una odisea, desde dejar la cobija a un lado hasta abordar el microbús.

Todas las mañanas el desayuno es acompañado por el sonido de las bocinas de los buses y microbuses que van hacia Managua, exactamente frente a la UCA, luego de darle tres sorbos al café y comer una rebanada de pan, me preparo para salir y esperar el microbús que me llevará hasta mi destino, desde Ticuantepe hasta la capital.

La espera agobia el tiempo, y cada vez se hace más tarde para llegar temprano, cinco microbuses han pasado pero ninguno con espacio para llevar a un pasajero más, tres personas asoman casi la mitad de sus cuerpos por la puerta del pequeño microbús. El cobrador, grita y empuja diciendo - “hay lugar al fondo, avancemos por favor”- mientras con mucho valor alzo mi brazo y le hago la señal de parada, para ver si alcanzo, y así poder llegar, el cobrado saca la cabeza por la ventana y me hace seña de que el microbús va lleno, aunque más adelante se detiene y sube a una joven delgada, muy bien arreglada, el cobrador empuja a la joven con fuerza hacia dentro para poder cerrar la puerta.

La espera se alarga más, pasado 15 minutos se acerca otro microbús un poco más espacioso que el anterior, aunque siempre lleno, ya es demasiado tarde como para esperar otro con la esperanza que venga vacío, el microbús va con 12 pasajeros, el límite de personas sentadas, y con 10 personas más de pie, más el cobrador y yo, somos 24 personas, con mucho esfuerzo logro alcanzar y sostenerme para no caer, porque el microbús viajaba con la puerta abierta, mientras se bajaban dos personas que iba a la siguiente parada, como a 4 kilómetros delante de donde yo aborde la unidad.

Se bajaron dos y yo seguía de pie, con la mitad del cuerpo torcido, porque no alcanzo completo en el microbús, más adelante se detienen y suben tres personas más, mientras el cobrador acomodaba a la gente, por el lado izquierdo aventaja otro microbús con la misma ruta que el nuestro, el conductor echa a andar el microbús y acelera para poder alcanzar y dejar al que nos aventajo, el otro microbús, que es de otra cooperativa va adelante.

El conductor del microbús viajaba a casi 100 kilómetros por hora en una carretera donde el límite de velocidad es de 60 kilómetros, no tardaron en escucharse los reclamos de la gente, “animal, nos vas a matar, acaso llevas ganado”, gritaba una señora que viajaba en la parte de atrás, un señor en el asiento de en medio reclamaba, “baja la velocidad, sos caballo, que bajes la velocidad, que por diez pesos no voy a perder mi vida”, el señor que manejaba el microbús hacía caso omiso a los reclamos de la minoría, una tercera persona grita y dice “o bajas la velocidad o me bajo hijue…”, al parecer las demás personas ya están acostumbradas a viajar como en una carrera de Need for Speed, mientras yo me sostenía más fuerte para no caer encima de una muchacha, debido a los frenazos que daba el microbús.

Saliendo a la carretera Masaya, nos espera el tráfico pesado de las 6:30am, avanzar a paso de tortuga es desesperante tanto para el pasajero como para el conductor, ni pensar que si llega tarde le cobran los minutos de retraso, y si yo llego tarde la profesora no me deja entrar a la clase, pero ya no puedo hacer más, pero el conductor decide aventajar por la derecha e invadir la zona por donde los peatones transitan, así sigue hasta que ve los conos color naranja a lo largo y un hombre vestido de celeste con chaqueta verde, es hasta ese momento que vuelve al carril que le corresponde, ya nadie grita ni se queja.

Aventajando por la derecha, sobre límite de pasajeros, exceso de velocidad, la puerta abierta, acompañante de cabina sin cinturón de seguridad, y además que no prestan el servicio de expreso, porque van subiendo cuanta gente alcance, si calculamos todas estas infracciones por cada viaje que hacen al día, estarían endeudados con la policía de tránsito.

Ya vamos llegando hasta donde el microbús hace su estación, y por ese momento el microbús se observa vacío, y ya me puedo sentar, pero ahora, para qué, si a tres cuadras adelante me bajo, con la nuca adolorida y sudado, he llegado, después de casi 50 minutos de viaje con sustos y frenazos, estoy completo, pero lástima que ya no puedo entrar a mi clase y he perdido las primeras horas, solo me queda esperar y prepararme para el viaje de mañana.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Esa palabra...

Cuando pienso en esa palabra tan difícil de pronunciar por mi boca, esa palabra que congela mis sentidos, esa palabra que hace que el tiempo se detenga como si no importara, esa palabra que eriza los vellos, esa palabra que hace revolotear las mariposas en el estomago, esa palabra que da felicidad, pero que también causa dolor, esa palabra que jura eternidad, pero que puede irse en un respirar, esa palabra que lo promete todo, esa palabra.

Cuando trato de compartir con vos esa palabra; esa palabra que lo puede unir, pero al mismo tiempo lo puede desbaratar, esa palabra que niegas escuchar, esa palabra que anhelo decir, esa palabra que separa tu boca de la mía, esa palabra, esa palabra.

Esa palabra que me es difícil decírtela, esa palabra que me acobarda los labios cuando estas frente a mí, esa palabra que deseo con todas las fuerzas susúrratela al oído.

Esa palabra, esa palabra, déjame decirte esa palabra.


jueves, 25 de noviembre de 2010

Ticuantepe, de aquí para allá

Ticuantepe un pueblo que casi nadie conoce muy bien su ubicación, pero en los últimos años los turistas nacionales y extranjeros están visitando este pueblo por su atractiva Reserva Natural El Chocoyero-El Brujo, el nombre Ticuantepe se deriva del Náhuatl que significa; Ticune – tigres o fieras, Tepeh – cerro, y que significa, “Cerro de Fieras”.

A 20 kilómetros del centro de Managua, está Ticuantepe, un pueblo agradable, con clima fresco, y reconocido por sus piñas y chocoyos, ahí con más de 30 mil habitantes, por cierto muy carismáticos, el progreso es notable.

Un pueblo con casa dispersas y potreros alrededor, es lo que queda en la memoria de las personas más experimentadas de Ticuantepe, el parquecito que dividía la zona de abajo con la de arriba ahora está remodelado, la callecita que va hacía “la concha” (La Concepción, Masaya) ahora parece más una autopista, con un boulevard en medio que hace ver más elegante el paso por el pueblo.

Los cambios han sido visibles en los últimos diez años, ya no se escucha decir, “Para ir a Cebadilla agarrá el camino de tierra”, ahora las calle están bien adoquinadas, con iluminación, y por supuesto con mucha seguridad para que los habitantes y visitantes transiten con tranquilidad; las casas chiquititas de minifalda (casa construidas de piedra y madera) ya casi ni se ven, en el centro del pueblo hay casa bonitas con su patio delantero, jardines bien decorados que para la temporada navideña los llenan de luces de colores, casas chiquitas, grandes y de todo tipo hay en Ticuantepe, una que otra casa de dos pisos y por allá unas cuantas casas grandes de arquitectura hermosa de gente con billete como diría mi abuelo.

Salir a caminar es muy divertido, más cuando lo hago por la “calle real”, así la llamaba mi abuela, ahora los más jóvenes nos limitamos a decir, “Me voy a ir por la central”, es tan ameno salir y dar “una vuelta”, para saludar a los conocidos, mi mamá dice que parezco alcalde, que voy por la calle y todo mundo me saluda, desde que salgo de mi casa y llego a la casa de una amiga, no paro de saludar a la gente, a los mayores y a los chavalos, todos el Ticuantepe son hospitalarios y bien jocosos, por eso me gusta salir a caminar todas las tardes por el pueblo, más de alguna platica tendré esa día con un amigo en una esquina.

En los pueblos de toda Nicaragua nunca faltan sus personajes pintorescos, los loquitos, los borrachitos, la que dicen que es bruja, la viejita que se convierte en mona todas las noches, el doctor y el cura, y por supuesto Ticuantepe cuanta con un variado catálogo de personalidades, recuerdo una vez que iba a ser víctima del loco más conocido del pueblo, Carlos Fush, conocido como “Come Gato”, cuentan que le llaman así porque le vieron un día comiéndose un gato crudo, pero bueno eso no lo puedo confirmar, lo que sí puedo afirmar y con mucha certeza es que me salve de una buena golpiza que me diera Carlos, cuando uno es chavalo hace todo tipo de cosas, pues un día saliendo del colegio con mis amigos, empezamos a gritarle a Carlos, “come gato, come gato, Carlos se molesto y nos siguió, yo resbale en la calle, entonces Carlos aprovechó para tomarme por el cuello y empezar a golpearme, por suerte logré gritarle y decirle, “Carlos yo fui, fue aquel”, señalando a uno de mis amigos, Carlos me soltó y continuó siguiendo a los demás, esa es una más de las que Carlos hace en el pueblo y pues yo no estuve excepto de sus arranques de locura.

Además de locos, hay sus cuantos “picaditos” en el parque de abajo como se le conoce al parque Juan Ramón Padilla, ahí siempre se dan cita los bolos más famosos de Ticuantepe, El Paila, Sesenta, Chipilo, Barraco, Choncolón y Wilon son los más conocidos entre todos los pirucas, y al otro lado del pueblo ósea en la parte “de arriba”, ahí hay otro parque y podemos encontrar a otra “trenada” de bolos, el Buki, Perki, Chilolo, el Casto y el Black, los famosos de esa parte del pueblo.

Además de locos y bolos, el pueblo tiene sus personajes característicos, como Don Ruperto “conejo”, el señor más antiguo de Ticuantepe, murió hace tres años y tenía 120 años de edad, pero aún todo el pueblo lo recuerda, era bien carismático y con toda esa edad encima, él salía a caminar por el pueblo y saludaba sin discriminar.

“El Chontaleño”, don Juan Carlos González, además de ser mi vecino, todo el pueblo lo conoce y saben dónde ir a comprar la mejor carne de res; “los manuelones” un grupo de 4 hermanos bien grandes, por su altura y por el nombre de su papá, les llaman “Los Manuelones”; también está “La Chiriza” que tiene una cantina, creo que desde la creación del pueblo; no se puede olvidar a Doña Juana “Gata” una señora que tiene una pulpería, ya está bastante anciana y los chavalos maliciosos le daban “vuelta” a la pobre Juana “Gata”, le daban un billete diciéndole que era de mayor denominación, y la pobre viejita les daban el cambio, sin acordarse que el billete era de menor cantidad.

Siendo un pueblo que está ubicado en la zona alta de Managua, Ticuantepe se caracteriza por el cultivo de piñas, en las zonas más altas del pueblo se encuentra los famosos “piñales” que desde la carretera hacia la Concepción (La Concha), se pueden ver un hermoso paisaje adornado por estos “piñales”, atrás de esos cerros donde se cultiva la piña, está escondida la Reserva El Chocoyero, que alberga a miles de chocoyos que vuelan en bandadas sobre los cerros de Ticuantepe y sobre el casco urbano también.

Los fines de semana los dos parques de Ticuantepe se llenan de todos los chavalos y chavalas, para jugar el deporte más popular en estos tiempos, el fútbol, hombres y mujeres tiene sus ligas deportivas, sábados y domingos se realizan los partidos, y se puede disfrutar de un buen momento de diversión sana.

Hace diez años la mayoría de las calles del pueblo eran horribles, sin adoquinar, sin alumbrado público, los niños y niñas no podían jugar, y menos las personas de mayor edad lograban andar por las calles, porque era peligroso por una caída por un hoyo o una piedra mal puesto en el camino, pero ahora todo es diferente las calles del pueblo están adoquinadas, con un alumbrado muy bueno, gracias a la iluminación hay más seguridad, y caminar a las 11:30 de la noche por las calles de Ticuantepe es tan seguro como transitar de día.

Mi pasatiempo favorito mientras estoy en casa, es salir y dar una vuelta al pueblo, que bien se siente que la gente de tu pueblo te conozca y te respeta, saludar a la mitad del pueblo y que cada día más gente te vaya conociendo es una experiencia única, saludar por santo y seña es una costumbre en casi todos los pueblo de Nicaragua, en las esquina nunca faltan las conversaciones donde escuches sobresalir el apodo de alguna persona.

- Y te distes cuenta que al Zorro lo echaron preso.

- Sí, no jodás, es caballo ese maje, dice que le pegó a la Candida “Mona”

Estas y otras conversaciones parecidas se escuchan cuando vives en un pequeño pueblo, hay un presagio que dice “Pueblo chico, infierno grande”, pero yo puedo decir lo contrario de mi Ticuantepe, el Ticuantepe que me ha visto crecer, el pueblo más maravilloso, cálido, amable y hospitalario, qué más puedo decir de Ticuantepe, solo recuerdos hermosos tengo de mi pequeño pero bello pueblo.

Sus calles pueden cambiar, sus parque podrán ser remodelados una y otra vez, pero su gente nunca cambiará, su humor, su picardía siempre estará, y lo que perdurará siempre e indudablemente el amor de las personas que con cariño te recibe y saluda en las calles de mi Ticuantepe.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Aprobaron la ley de protección y bienestar animal

Doctor Enrique Rimbaud – Médico Veterinario, Presidente de Fundación Amarte.

Aunque parezca anacrónico, sucedáneo y oportunista, quiso la casualidad que el día de ayer, a un año de la masacre de perros de la UNAN Managua, donde más de sesenta perros fueron cruelmente envenenados… la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad en lo general la “Ley de Protección y Bienestar Animal.”

Con lágrimas en los ojos observamos desde la pantalla del televisor la votación, luego de que varios diputados nos llamaran por teléfono, nobleza obliga, para avisarnos de lo que estaba pasando y de que en el día de hoy fuéramos a la Asamblea a ver la votación en lo particular.

Esa rara sensación de “lo logramos”, de “lo hicimos”, de “por fin”, genera emociones encontradas, los recuerdos tiernos y alegres se mezclan con los recuerdos tristes y angustiantes, en una rara sopa de hechos concatenados que son parte de un todo irreflexivo e intenso, extracto hirviente de magma genérico que puede explotar en cualquier momento pero que tratamos de encausar en nuestra causa, dándole sentido y oportunidad.

Luego, los comentarios de cientos de personas, por teléfono, por celular, por chat, por mensajes electrónicos a través de correo o de redes sociales, los exitistas, los optimistas, los eufóricos, los bucólicos, los pesimistas, los negativos, los que hablan o escriben porque es fácil hacerlo, los realmente importantes, de todos aquellos que han luchado.

Lo más importante de todo, es que la ley, más allá de brindar un marco legal para la protección de animales, es también una bandera de esperanza, es la demostración práctica, lógica y pragmática de que la constitución funciona y que la sociedad civil puede generar leyes, consultarlas, opinarlas, y utilizar los intrincados mecanismos para que las comisiones las dictaminen y los diputados las aprueben, esto es la génesis y exegesis del sistema democrático per se y la demostración plena y primaria de que si se puede, que es posible; hoy que la sociedad ha aprendido, todo es posible en un futuro cierto.

Lo más importante, para todos los escépticos bucólicos, es que la ley si va a funcionar, no porque los organismos del estado así lo exijan, sino porque el pueblo organizado es quién la va a llevar a cabo, nuestra organización, Fundación A.Mar.Te., pretende tener núcleos organizados en cada municipio de Nicaragua, llevando a cabo y promoviendo el cumplimiento de la ley en todas sus instancias.

La ley no es una herramienta punitiva o de castigo, es una herramienta de educación, y así la tenemos pensada y ponderada; que los gallos no fueron incluidos, esperen que comencemos nuestra nueva campaña, no nos quedaremos quietos.

Un logro del movimiento social, una victoria de todas las organizaciones, una ley por y para los animales, un hito histórico, una demostración más de que a Nicaragua y los nicaragüenses los animales nos importan.

martes, 26 de octubre de 2010

Premios RockNica 2010 - Homenaje y Conciertazo.

Como una forma de incentivar la trayectoria de los artistas musicales de la escena del rock en Nicaragua, la página web www.rocknica.com creó los “Premios Rocknica”, y así resaltar el trabajo que las bandas homenajeadas han realizado desde sus inicios.

Rocknica.com, promotora de los premios, nació hace casi 7 años por iniciativa de un grupo de jóvenes, la mayoría músicos, con la necesidad de dar a conocer sus eventos y sus producciones, además de crear un registro del movimiento rock en Nicaragua, las bandas que surgen y destacar lo mejor de la escena musical actual.

“Los premios nacen como una verdadera forma de resaltar el trabajo que hacen todas las bandas, pero ahora de forma más simbólica y directa ya que todos los días eso hacemos, pero queríamos hacer un evento único, en el que se pudiera evidenciar la intención de la página. Lo hacemos porque tenemos años de estar en esto, y nunca se ha hecho un reconocimiento así, incluso reconocimos el trabajo de bandas no sólo de Managua sino también de los departamentos”, nos comentó Hazel Bojorge de Rocknica.

La selección de los ganadores se hizo en base a votos a través de la página rocknica.com, luego que el staff de Rocknica elaboró una lista de categorías y ubico a las bandas que más se han destacado. Las votaciones estuvieron abiertas al público durante un mes, para luego dar a conocer a los ganadores.

En esta primera entrega de los “Premios Rocknica 2010” se realizará un evento donde se entregarán los premios a las bandas ganadoras, de igual manera se hará reconocimientos especiales a bandas pioneras y con trayectoria en la escena del rock nacional.

Además de presenciar los premios, el público asistente podrá disfrutar de un concierto de puro metal, con bandas como Primate, Contratiempo, Agüizotes, Vortex y otros más.

A todos los que gustan de este género, y desean apoyar esta iniciativa y a sus artistas metaleros, pueden ir este viernes 29 de octubre, en el Ateo desde las seis de la tarde, el valor de la entrada es de 120 córdobas.

Categorías y ganadores.

Banda Chatel del Año | Tsebaoth

Mejor Banda Punk | Q69K

Mejor Banda Metal | Cargacerrada

Mejor Banda Blackmetal | Ancestral

Mejor Banda Rock | Subterráneo

Banda del Año | Cargacerrada

Mejor Banda Norteña | Cripta

Mejor Banda Occidente | Zordidus

Mejor Banda Metal Extremo | Inanimate Like Corpse

Mejor Banda en Vivo | Milly Majuc

Mejor Disco del Año | Uff Master! de Monroy & Surmernage

martes, 19 de octubre de 2010

Melocotones

Cuando uno es pequeño realiza acciones “graciosas”, pero cuando crecemos y las recordamos, pensamos en “¿cómo lo pudimos hacer?”.

A los 16 años de edad, no tan pequeño, pero con la infancia aún en hombros, mis amigos de secundaria y yo, jugábamos en el patio del colegio, cuando llegaba la hora del recreo todos salíamos y dejábamos nuestras mochilas adentro del aula, en el patio había un árbol de melocotón, verde, frondoso y cargado de frutas amarillas, las que ya estaban maduras, y las que aún no lo estaban, eran de color verde. El árbol nos servía de diversión, jugábamos debajo de él y también comíamos de su ácida fruta.

Un día de tantos, mi mochila quedó dentro del aula y uno de mis amigos, el más bromista, cogió mi bolso y fue hasta el árbol de melocotón y lo lleno, dentro de la mochila había como 25 frutas de este árbol.

Luego, cuando terminó el receso y volvimos al aula de clases, yo agarré mi bolso y lo sentía demasiado pesado, como para solo andar tres cuadernos y un libro, abrí la mochila y vi lo que había dentro, tomé las frutas y se las lancé a mis amigos que estaban conmigo, iniciamos hacer “el relajo”, sin darnos cuenta que el profesor de Física, un señor bajito, delgado, de piel morena y de contextura débil, ya estaba escribiendo en la pizarra.

Uno de mis amigos, cogió un melocotón del suelo y lo tiro hacia delante donde se encontraba el profesor, sin calcular el tiro, mi amigo golpeó al profesor en la nuca. Todos pálidos y nerviosos nos quedamos viendo, mientras el profesor se sobaba donde le dolía.

El aula guardaba silencio, mientras los 8 muchachos que jugaban con los melocotones eran escoltados por el profesor hacia la oficina de la directora.

lunes, 18 de octubre de 2010

Bonanza Espectacular

Beats, luces, pantallas y mucha energía; así inició Bonanza Electrónica. Más de 2000 personas invadieron el Cubo Bonanza, una estructura diseñada especialmente para el evento; cargado de buena música, imágenes y la vibra que se necesita para pasarla bien.

Una hora y media antes del inicio del concierto, ya la mayoría de personas se encontraba en el terreno donde estaba el Cubo. El público esperaba, mientras se preparaba Momotombo para salir al escenario y dar de su buena música, en compañía de los chicheros de la Alcaldía de Managua, con quienes hicieron una fusión de música popular con electro, además de contar con la participación de Belén Cardenal y Carlos “Frijol” Guillen, para luego, como quien saca un as bajo la manga, aparecieron los demás integrantes de La Cuneta Son Machín e interpretaron “El Chicle se me pegó”, dando paso al chinamo entre los beats.

Los decibeles de esa noche se combinaron con lo visual. Vj Israel combinó imágenes que evocan la naturaleza, la oposición al sistema y la idiosincrasia del nica para acompañar la música que el volcán Momotombo hizo estallar en Bonanza. Además, Vj Israel acompañó a Maral Salmassi y Zero Cash, mezclando video más el sonido de estos dos dj´s.

Llegó la hora de que apareciera en escena Maral Salmassi (ver video de Oliver Best en Youtube), una Dj de origen iraní, radicada en Alemania. La energía que trasmitía Salmassi con sus sorprendentes mezclas son indescriptibles; puso a brincar y a mover a todos los que estaban dentro y fuera del Cubo Bonanza, jóvenes, adultos y hasta adolescentes movieron los brazos y piernas al ritmo de los beats de Salmassi. La sesión de electro de Salmassi me pareció extraordinaria; cerrabas los ojos y te sentías en el White Sensation de Lisboa o en cualquiera de los mejores festivales de electrónica. Se sentía que la Dj dio todo para complacer al público; incluso repartiendo ron entre aquellos que hicieron de todo para estar en primera fila.

Luego entró Zero Cash, también desde Alemania, con lo mejor de su repertorio. “Pinchó” por más de una hora y media e hizo que a las dos de la madrugada la gente se sintiera renovada con más energías para seguir bailando al ritmo del electro. Con un par de horas antes del amanecer, Zero Cash dejó los tornamesas. Salmassi y él se despidieron del público, que sin embargo aún se resistía a abandonar el Cubo.

Fue una noche espectacular, el espacio del Cubo Bonanza quedó reducido por la cantidad de asistentes, aunque eso no impidió que los que llegaron tarde no disfrutaran. Afuera del cubo, alrededor de 500 personas que también bailaban y se la pasaban bien. Un evento sin precedentes, que quedará en las mentes de las más de 2000 personas que disfrutaron como nunca de la escena electrónica nicaragüense y los invitados alemanes.

Y en la boca de las persona queda la pregunta: ¿Para cuándo el próximo?