"La tierra es de quien la trabaja" Emiliano Zapata.

"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán" A.C Sandino.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Ticuantepe, de aquí para allá

Ticuantepe un pueblo que casi nadie conoce muy bien su ubicación, pero en los últimos años los turistas nacionales y extranjeros están visitando este pueblo por su atractiva Reserva Natural El Chocoyero-El Brujo, el nombre Ticuantepe se deriva del Náhuatl que significa; Ticune – tigres o fieras, Tepeh – cerro, y que significa, “Cerro de Fieras”.

A 20 kilómetros del centro de Managua, está Ticuantepe, un pueblo agradable, con clima fresco, y reconocido por sus piñas y chocoyos, ahí con más de 30 mil habitantes, por cierto muy carismáticos, el progreso es notable.

Un pueblo con casa dispersas y potreros alrededor, es lo que queda en la memoria de las personas más experimentadas de Ticuantepe, el parquecito que dividía la zona de abajo con la de arriba ahora está remodelado, la callecita que va hacía “la concha” (La Concepción, Masaya) ahora parece más una autopista, con un boulevard en medio que hace ver más elegante el paso por el pueblo.

Los cambios han sido visibles en los últimos diez años, ya no se escucha decir, “Para ir a Cebadilla agarrá el camino de tierra”, ahora las calle están bien adoquinadas, con iluminación, y por supuesto con mucha seguridad para que los habitantes y visitantes transiten con tranquilidad; las casas chiquititas de minifalda (casa construidas de piedra y madera) ya casi ni se ven, en el centro del pueblo hay casa bonitas con su patio delantero, jardines bien decorados que para la temporada navideña los llenan de luces de colores, casas chiquitas, grandes y de todo tipo hay en Ticuantepe, una que otra casa de dos pisos y por allá unas cuantas casas grandes de arquitectura hermosa de gente con billete como diría mi abuelo.

Salir a caminar es muy divertido, más cuando lo hago por la “calle real”, así la llamaba mi abuela, ahora los más jóvenes nos limitamos a decir, “Me voy a ir por la central”, es tan ameno salir y dar “una vuelta”, para saludar a los conocidos, mi mamá dice que parezco alcalde, que voy por la calle y todo mundo me saluda, desde que salgo de mi casa y llego a la casa de una amiga, no paro de saludar a la gente, a los mayores y a los chavalos, todos el Ticuantepe son hospitalarios y bien jocosos, por eso me gusta salir a caminar todas las tardes por el pueblo, más de alguna platica tendré esa día con un amigo en una esquina.

En los pueblos de toda Nicaragua nunca faltan sus personajes pintorescos, los loquitos, los borrachitos, la que dicen que es bruja, la viejita que se convierte en mona todas las noches, el doctor y el cura, y por supuesto Ticuantepe cuanta con un variado catálogo de personalidades, recuerdo una vez que iba a ser víctima del loco más conocido del pueblo, Carlos Fush, conocido como “Come Gato”, cuentan que le llaman así porque le vieron un día comiéndose un gato crudo, pero bueno eso no lo puedo confirmar, lo que sí puedo afirmar y con mucha certeza es que me salve de una buena golpiza que me diera Carlos, cuando uno es chavalo hace todo tipo de cosas, pues un día saliendo del colegio con mis amigos, empezamos a gritarle a Carlos, “come gato, come gato, Carlos se molesto y nos siguió, yo resbale en la calle, entonces Carlos aprovechó para tomarme por el cuello y empezar a golpearme, por suerte logré gritarle y decirle, “Carlos yo fui, fue aquel”, señalando a uno de mis amigos, Carlos me soltó y continuó siguiendo a los demás, esa es una más de las que Carlos hace en el pueblo y pues yo no estuve excepto de sus arranques de locura.

Además de locos, hay sus cuantos “picaditos” en el parque de abajo como se le conoce al parque Juan Ramón Padilla, ahí siempre se dan cita los bolos más famosos de Ticuantepe, El Paila, Sesenta, Chipilo, Barraco, Choncolón y Wilon son los más conocidos entre todos los pirucas, y al otro lado del pueblo ósea en la parte “de arriba”, ahí hay otro parque y podemos encontrar a otra “trenada” de bolos, el Buki, Perki, Chilolo, el Casto y el Black, los famosos de esa parte del pueblo.

Además de locos y bolos, el pueblo tiene sus personajes característicos, como Don Ruperto “conejo”, el señor más antiguo de Ticuantepe, murió hace tres años y tenía 120 años de edad, pero aún todo el pueblo lo recuerda, era bien carismático y con toda esa edad encima, él salía a caminar por el pueblo y saludaba sin discriminar.

“El Chontaleño”, don Juan Carlos González, además de ser mi vecino, todo el pueblo lo conoce y saben dónde ir a comprar la mejor carne de res; “los manuelones” un grupo de 4 hermanos bien grandes, por su altura y por el nombre de su papá, les llaman “Los Manuelones”; también está “La Chiriza” que tiene una cantina, creo que desde la creación del pueblo; no se puede olvidar a Doña Juana “Gata” una señora que tiene una pulpería, ya está bastante anciana y los chavalos maliciosos le daban “vuelta” a la pobre Juana “Gata”, le daban un billete diciéndole que era de mayor denominación, y la pobre viejita les daban el cambio, sin acordarse que el billete era de menor cantidad.

Siendo un pueblo que está ubicado en la zona alta de Managua, Ticuantepe se caracteriza por el cultivo de piñas, en las zonas más altas del pueblo se encuentra los famosos “piñales” que desde la carretera hacia la Concepción (La Concha), se pueden ver un hermoso paisaje adornado por estos “piñales”, atrás de esos cerros donde se cultiva la piña, está escondida la Reserva El Chocoyero, que alberga a miles de chocoyos que vuelan en bandadas sobre los cerros de Ticuantepe y sobre el casco urbano también.

Los fines de semana los dos parques de Ticuantepe se llenan de todos los chavalos y chavalas, para jugar el deporte más popular en estos tiempos, el fútbol, hombres y mujeres tiene sus ligas deportivas, sábados y domingos se realizan los partidos, y se puede disfrutar de un buen momento de diversión sana.

Hace diez años la mayoría de las calles del pueblo eran horribles, sin adoquinar, sin alumbrado público, los niños y niñas no podían jugar, y menos las personas de mayor edad lograban andar por las calles, porque era peligroso por una caída por un hoyo o una piedra mal puesto en el camino, pero ahora todo es diferente las calles del pueblo están adoquinadas, con un alumbrado muy bueno, gracias a la iluminación hay más seguridad, y caminar a las 11:30 de la noche por las calles de Ticuantepe es tan seguro como transitar de día.

Mi pasatiempo favorito mientras estoy en casa, es salir y dar una vuelta al pueblo, que bien se siente que la gente de tu pueblo te conozca y te respeta, saludar a la mitad del pueblo y que cada día más gente te vaya conociendo es una experiencia única, saludar por santo y seña es una costumbre en casi todos los pueblo de Nicaragua, en las esquina nunca faltan las conversaciones donde escuches sobresalir el apodo de alguna persona.

- Y te distes cuenta que al Zorro lo echaron preso.

- Sí, no jodás, es caballo ese maje, dice que le pegó a la Candida “Mona”

Estas y otras conversaciones parecidas se escuchan cuando vives en un pequeño pueblo, hay un presagio que dice “Pueblo chico, infierno grande”, pero yo puedo decir lo contrario de mi Ticuantepe, el Ticuantepe que me ha visto crecer, el pueblo más maravilloso, cálido, amable y hospitalario, qué más puedo decir de Ticuantepe, solo recuerdos hermosos tengo de mi pequeño pero bello pueblo.

Sus calles pueden cambiar, sus parque podrán ser remodelados una y otra vez, pero su gente nunca cambiará, su humor, su picardía siempre estará, y lo que perdurará siempre e indudablemente el amor de las personas que con cariño te recibe y saluda en las calles de mi Ticuantepe.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Aprobaron la ley de protección y bienestar animal

Doctor Enrique Rimbaud – Médico Veterinario, Presidente de Fundación Amarte.

Aunque parezca anacrónico, sucedáneo y oportunista, quiso la casualidad que el día de ayer, a un año de la masacre de perros de la UNAN Managua, donde más de sesenta perros fueron cruelmente envenenados… la Asamblea Nacional aprobó por unanimidad en lo general la “Ley de Protección y Bienestar Animal.”

Con lágrimas en los ojos observamos desde la pantalla del televisor la votación, luego de que varios diputados nos llamaran por teléfono, nobleza obliga, para avisarnos de lo que estaba pasando y de que en el día de hoy fuéramos a la Asamblea a ver la votación en lo particular.

Esa rara sensación de “lo logramos”, de “lo hicimos”, de “por fin”, genera emociones encontradas, los recuerdos tiernos y alegres se mezclan con los recuerdos tristes y angustiantes, en una rara sopa de hechos concatenados que son parte de un todo irreflexivo e intenso, extracto hirviente de magma genérico que puede explotar en cualquier momento pero que tratamos de encausar en nuestra causa, dándole sentido y oportunidad.

Luego, los comentarios de cientos de personas, por teléfono, por celular, por chat, por mensajes electrónicos a través de correo o de redes sociales, los exitistas, los optimistas, los eufóricos, los bucólicos, los pesimistas, los negativos, los que hablan o escriben porque es fácil hacerlo, los realmente importantes, de todos aquellos que han luchado.

Lo más importante de todo, es que la ley, más allá de brindar un marco legal para la protección de animales, es también una bandera de esperanza, es la demostración práctica, lógica y pragmática de que la constitución funciona y que la sociedad civil puede generar leyes, consultarlas, opinarlas, y utilizar los intrincados mecanismos para que las comisiones las dictaminen y los diputados las aprueben, esto es la génesis y exegesis del sistema democrático per se y la demostración plena y primaria de que si se puede, que es posible; hoy que la sociedad ha aprendido, todo es posible en un futuro cierto.

Lo más importante, para todos los escépticos bucólicos, es que la ley si va a funcionar, no porque los organismos del estado así lo exijan, sino porque el pueblo organizado es quién la va a llevar a cabo, nuestra organización, Fundación A.Mar.Te., pretende tener núcleos organizados en cada municipio de Nicaragua, llevando a cabo y promoviendo el cumplimiento de la ley en todas sus instancias.

La ley no es una herramienta punitiva o de castigo, es una herramienta de educación, y así la tenemos pensada y ponderada; que los gallos no fueron incluidos, esperen que comencemos nuestra nueva campaña, no nos quedaremos quietos.

Un logro del movimiento social, una victoria de todas las organizaciones, una ley por y para los animales, un hito histórico, una demostración más de que a Nicaragua y los nicaragüenses los animales nos importan.