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Según la UNESCO el 13 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Radio, esto debido a que en 1946, el 13 de febrero se crea “Radio Naciones Unidas”. En 2011 la UNESCO proclama el Día Mundial de la Radio, un año después la ONU aprueba la iniciativa.
De acuerdo con Irina Bokova, directora general de la UNESCO, el Día Mundial de la Radio es para celebrar la radio como medio de comunicación, para mejorar la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión, incitar a las principales redes y radios comunitarias a que promuevan el acceso a la información y la libertad de expresión a través de las ondas.
“El propósito es reflexionar sobre la radio y el alcance que aún sigue teniendo la radio, es el medio de menor costo y sigue llegando a la mayoría de personas” declara Mirta Lourenco, jefa de comunicación de la UNESCO. “La radio se universalizó gracias a las nuevas tecnologías, las redes sociales aún no desplaza a la radio como el medio de mayor alcance en el mundo” asegura Lourenco.
Promover los derechos humanos, la educación, los buenos valores y desarrollar la radio comunitaria son algunos de los objetivos del Día Mundial de la Radio. En Nicaragua, la radio comunitaria se minimiza, las radios comerciales han crecido y los empresarios han acaparado las frecuencias de radio para llenarlas de programación musical y comercial.
El Día Mundial de la Radio, no es un día para felicitar a los locutores o a las mismas radios, sino, que es un día para concienciar al público y a los radiodifusores a crear contenido, a mejorar el oficio de radialista y no minimizarlo a una persona que “habla bonito”.
La radio debe servir para llevar educación, que los iletrados aprendan, que las mujeres, niños y niñas defiendan sus derechos a través de la radio, que los sin voz la tengan y el mensaje llegue más allá de las fronteras. Todo puede leerse idealizado, pero es una realidad que debemos asumir, la radio no es solo música, saludos o solicitudes de amigos con quien chatear.
En Nicaragua, la radio comunitaria aún no desarrolla y han quedado estancadas, sin apoyo de los gobiernos locales. La mayoría de las radios comunitarias son financiadas por organismos no gubernamentales y dirigidas por personas con escasos conocimientos en radiodifusión, factor que no favorece el desarrollo y transmisión de contenido de calidad a las masas.
Se necesita un poco más que un “voz bonita” y una frecuencia para hacer radio, se necesita compromiso, pasión por la radiodifusión, amor a la educación y plantear mensajes de cambios para la sociedad.
*Todo lo escrito aquí es opinión del autor, que no es especialista en educación ni radiodifusión, pero si escucha radio.
