Arráncame
las piernas y déjame correr con las manos, mientras grito de odio y amando
hacerte daño, sin piernas recorreré el universo de tu
cuerpo y sin necesitar de mis ojos veré dentro de vos, acompañado por el ruido
de tus palabras, me destrozaré las rodillas rogándote que te callés, sangrando
pintaré tu cara con dolor y sin decirte nada me oirás.
"La tierra es de quien la trabaja" Emiliano Zapata.
"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán" A.C Sandino.
domingo, 11 de septiembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
El viaje... #BlogsNI
Publicado por
Néstor Arce
en
10:06
Enfrentar esta situación es una
batalla dentro de mí, dejarlos no es mi intención pero llevarlos conmigo no es
seguro, dejarlos aquí a cambio de algo mejor, es lo que impulsa mi motor para
atravesar el agua, la arena y los chacales que cuidan el borde por el cual
saltaré.
El camino es largo, recorrer la
senda de un sueño que algunos desean, y que otros estamos forzados a tenerlo;
en el camino cinco nicas, dos hondureños y un guatemalteco todos con rumbo a
esa tierra de (des)igualdad, el trayecto es el testigo de nuestras historias.
Dejé a mis dos hijos y a una
esposa sin madre, tres días antes de irme, ella quedaba sin mamá, sé que mi
esposa está sufriendo, pero también sé que entiende el por qué de mi partida,
mis hijos aún están muy pequeños para comprender porque su papá se va de viaje
y que regresará pronto.
El regreso no se ha dado, así que
mis hijos ahora ya saben que mi retorno es incierto, pero mientras estoy
nuevamente por allá, les he dicho que aprovechen este viaje que su papá está
haciendo, un viaje muy costoso y no por el boleto de avión, sino por lo que he
pasado.
Mientras nos arriesgábamos a
llegar, la arena y el viento nos ayudaban a ocultarnos, el río camufló los
gritos de una hondureña que no pudo llegar donde la esperaban, no pudimos hacer
nada, este viaje se vuelve tan egoísta que solo piensas en llegar al otro lado,
mientras veía el cuerpo flotar.
Antes de cruzar el río, nos quedamos
en un rancho gallero, llevaba un mes de viaje recorriendo desde El Salvador,
destruido por un terremoto en el 2001, pasando por Guatemala y por todo México
en bus y a píe, Hernán un hondureño no pudo llegar a México, Guatemala fue su
final.
Ese mes de viaje y ver morir a
más de dos que nos acompañaban, no supera los diez años que llevo ocultándome
para seguir soñando, huyendo de la pesadilla uniformada, y esquivando uno que
otro obstáculo para quedarme aquí y seguir soñando, para que mis hijos sueñen.
Regresar a mi tierra, a mi gente
que extraño tanto es una utopía y un viaje de regreso más difícil que el de
hace diez años, además de mi familia y una casa, no hay nada más que me espere,
un trabajo, un salario, así que me quedaré soñando gris aquí en la tierra de
las (des)igualdades.
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