Arráncame
las piernas y déjame correr con las manos, mientras grito de odio y amando
hacerte daño, sin piernas recorreré el universo de tu
cuerpo y sin necesitar de mis ojos veré dentro de vos, acompañado por el ruido
de tus palabras, me destrozaré las rodillas rogándote que te callés, sangrando
pintaré tu cara con dolor y sin decirte nada me oirás.
Las
manos ya no me sirven para nada, llévatelas pegadas a tus pechos pues ya no los
tengo conmigo, para qué seguir escribiendo si tus ojos se ausentan, es mejor
que calles y te alejes tanto que ni tu olor pueda sentir entre la nauseabunda basura
que dejaste, fétido es tu recuerdo entre la maleza de mis pensamientos, así que
ponte perfume mientras caminas.
Y
ahora que no estás puedo seguir gritando, pero ya no tu nombre, sino que grito
de puro gusto, grito porque ya no estás aquí jodiendome la vida, ahora puedo
arrastrarme con felicidad, y sentir el viento en mi cabeza, aunque me falte el
cabello, no importa pues ahora puedo vivir sin vos, ahora que yo vivo aquí sola
sin estar soportándote, a la mierda.
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