"La tierra es de quien la trabaja" Emiliano Zapata.

"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán" A.C Sandino.

martes, 24 de enero de 2012

Por eso viajo en ruta


Comprar un carro o moto por ahora no está en el presupuesto, mientras sigo guardando los 2.50 de la ruta, pero viajar en los intermortales, en la 14, 19 o en la 20 es una experiencia maravillosa, mientras no te roben, no te caigás o te pase una rueda por el uñero.

Los viajes en las rutas por Managua, se convierten cada día en una carrera a campo traviesa, y si no estás en forma podés llegar tarde al trabajo, como yo en un par de ocasiones, pero eso no importa mientras no me corran yo me divierto y algunas veces ayudo en el transporte urbano colectivo de esta selvática ciudad.

Primero analizaremos a profundidad los tipos de pasajeros con los que nos encontramos a diario por las rutas.

1- El Paciente: Siempre está en la cola de la fila, caminando como recién operado de la próstata, nunca lleva “sencillo” y sube las escaleras como que si la ruta lo va a esperar todo el día, algunas veces este pasajero pierde la ruta por no montarse rápido o desgraciadamente termina saliendo en Acción 10 con una pata debajo de la llanta por lento. 

2- El diarreico: Siempre está en un extremo de la parada, y cuando llega la ruta, esta se para por la requinta, y el posible pasajero sale corriendo como pedo´e mula para poder abordar la unidad de transporte, empuja a todo el mundo, se busca el pasaje y por la desesperación bota las monedas, detiene a recogerlas y la ruta lo deja.

3- El chiva: Siempre hay un/a maje que se monta, le tira el pasaje al busero, y va con los ojos de venado tirado, alerta por si algún tamal se le acerca, con la mochila al pecho y revisándose las bolsas por si no le han “tumbado” la billetera. 

4- La Madre: A esta pasajera hay que darle diez mil diplomas de reconocimiento por su ardua labor de recorrer Managua, con dos chigüines de la mano y uno más gardel chineado, hace 55 mil volteretas para no caerse con los niños y termina bajando de la ruta como que si no ha pasado nada.

Por ahora estos son los insignes pasajeros que me han cautivado con sus encantos, pero no podemos dejar atrás al personaje del año, sin él, no se haría realidad todo esto, estoy hablando (escribiendo) del “conductor”, del busero, del animal, del caballo, del ¿dónde aprendiste a manejar? y otros piropos que con mucho respeto le gritamos al señor que con nervios de Vin Diesel y una combinación poderosa de Chuck Norris maneja los buses rusos del poder ciudadano.

Este señor es admirable, invade carriles, se les pega a las motos, frena a lo rápido y furioso, no le gana a Toretto, maneja, cobra, da vueltos, insulta, aguanta puteadas, y siempre lleva un adoquín en el acelerador. Por eso y mucho más sigo viajando en ruta, hasta aumento de salario.

5 comentarios:

  1. Dónde está el botón de me gusta aquí?

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  2. En base a esta tipología, yo soy una mezcla entre chiva y paciente...

    Aunque propondría una clasificación distinta, más acorde a un cambio de nuestra cultura.

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  3. Viajar en rutas es una experiencia maravillosa y de todas las entradas al blog esta me cautivó a leerla, pero es un tema extremadamente extenso, me gustaría que lo sigás tratando.

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